Exponer en la cárcel y dentro de un pabellón (por Betina Ferrara)

Soy Betina Ferrara, profe de pintura y arteterapia, doy clases en varios lugares, entre ellos una de las unidades de la cárcel de Batán. En Febrero de este año, expuse en la UCIP de Mar del Plata, y esta no fue una exposición más…ya que todos los soportes sobre los que pinte (corazones de 1mt x 1mt.), salieron de la cárcel. Hubo una persona, uno de mis alumnos del taller, que se encargó de conseguir todas las maderas y de cortarla con una medida y una forma específica, no quiero extenderme en esto, porque me llevaría escribir una nota más, la descripción de toooda la paciencia que esta tarea requiere ahí dentro, (no es nada parecido a ir a la carpintería y comprar lo necesario). Además de eso, un trabajador del servicio penitenciario, trajo en diferentes viajes, todos estos corazones a mi taller, para que yo pudiera pintarlos. Así es que sentí una gran necesidad de compartir esta muestra con mis alumnos y el resto de las personas que quisieran y pudieran participar dentro de la cárcel… y aquí recibí nuevamente colaboración… ya que otra persona que trabaja en el servicio penitenciario, retiro de mi taller los cuadros listos, para ser expuestos allí.

Y lo hicimos, el 22 de marzo, por primera vez se corrió una maratón dentro del penal, y en ese marco de sueños cumplidos, inauguramos la muestra…!!!

¡Qué hermosura! Ese es el arte al que adhiero, un arte para todos, sin distinción, un arte que nos iguale, nos integre, un arte que no discrimine.

La muestra se desarrolló en un pasillo de “mediana” a las afueras del “Taller Solidario Liberté” donde doy clases actualmente…En la inauguración, les conté mi modo de trabajo, lo que quise  expresar a través de esas pinturas y que me base en canciones populares que además le dan el título a cada obra. Así con estos datos, se organizaron visitas guiadas, de diferentes pabellones y en diferentes días… o sea… estas personas salían de sus pabellones para mirar cuadros y para oír de otro, acerca de los mismos! y la hermosura sigue ya que a pocos días, me proponen llevar la muestra, aún más adentro…ahora al pabellón 3, un pabellón, que, según me dijeron es habitado por personas mayores, muchas de las cuales ya no reciben visita y no desarrollan actividades fuera del mismo.

¡Obvio que sí!! ¡Para qué está el arte, sino para ser compartido!  Y ahí… una nueva inauguración… Dios que tremenda ansiedad… yo nunca había entrado a un pabellón y lo que había visto fuera del taller, no me había resultado para nada amigable. Pero por supuesto que no me lo iba a perder por nada del mundo, eso también es el arte para mí, atravesar barreras.

Llegó ese día y fui recorriendo pasillos nuevos, con mucha expectativa y también con retorcijones,  las cárceles están muy lejos de lo que debieran ser, no parecen apropiadas para alojar seres humanos…así que fui avanzando y así también los retorcijones… y llegue… pero si algo de bueno tiene Batán, es que nunca nada es como uno se lo espera….así que por suerte para mi percepción y para los que ahí habitan principalmente… ¡el pabellón 3 es muy decente! Y con decente me refiero a digno, con paredes pintadas, prolijas y limpias… y ahí el alivio… y el aumento de mis emociones positivas, todas las personas alojadas, más invitados de otros pabellones me esperaban fuera de su celda, para saludarme, con afecto, con ¿admiración? …  ¿A mí? ¡Yo solo pinto! Y de verdad no creo estar haciendo nada extraordinario. Todas estas cuestiones se relacionan con el arte al que adhiero!!! Insisto…

Esta imagen se va a quedar conmigo mucho tiempo…. Un pasillo largo, largo… a los lados de cada pared, todas las personas afuera de su celda, de un modo tristemente ordenado…caras de encierro, con pocos colores, sonrisas sin dientes, cuerpos también de encierro, que denotan mala alimentación, o poco cuidado médico…esas panzas raras… bastones, rosarios, el pastor repitiendo muchas veces Amen y en las paredes, mis cuadros colgados, cuadros que justamente… hablan del amor…… casi llegando al final del pasillo… (el ya conocido por mi) teclado de Daniel, lo que me aseguraba que iba a haber música y eso es algo ¡genial! Y, siguiendo el orden de ubicación, una mesa larga, muy larga, con tortas fritas (muchísimas), bolas de fraile y tostadas, hechas para la ocasión… ¡ocasión para el arte compartido! Atravesar ese pasillo y llegar a guardar mis cosas en la celda 43, se grabó en mi para siempre a modo de chip… no tengo dudas de todo lo que hay por hacer en este lugar… espero poder sumar.

Me presentan, con una descripción que excede lo que soy y me toca hablar con un micrófono que tiene un pie bajito para mi tamaño… más todas las sensaciones previas…uf… ¡Qué difícil!!! Hago lo que me sale, hablo con bastante timidez. Y como puedo les describo mi trabajo… y luego de eso viene otra sorpresa…y para mí la mejor parte… me sorprenden con las canciones con las que trabaje en los cuadros, esas canciones suenan ahora en el pabellón… Todos disfrutando este momento de pintura, música e ¡igualdad! Cantando, haciendo palmas, sonriendo…!!!  Y los colores comienzan a aparecer… salen de los cuadros, salen de la música, salen de las tortas fritas… Pero no de modo separado… todo eso en su conjunto hace brotar colores!!!

Gracias infinitas por poder compartir mi trabajo aquí… el disfrute del arte debe ser tan común como cualquier otro derecho, el sentimiento artístico es congénito en todas las personas, disponemos del arte como herramienta y este arte además es lo que hace que nos diferenciemos del resto de las especies. Somos humanos entre otras cosas, a partir de poder hacer representaciones simbólicas.